Herida, como un invierno sin viernes
ausente de la cal y las nubes,
redondeando las esquinas de la soledad,
allí, te aguardaba;
con su manillar de luna de ózido
esperaba de nuevo volver a pisar los charcos
que tus ojos unían en el horizonte
como nubes derramadas sobre el humo de la tierra
que eran también tus ojos
roncos de azul y ayer.
Sentir girar el pañuelo del viento en tu cuello,
racimo de amapolas temblorosas
al pedal de la memoria que huía
dejando un surco de fruta abierta
bajo la curva cerrada del universo.
Y después, regresar con el aire en el pelo tan lento,
vencidos en un solo abrazo sin freno,
ya tus muslos lamidos por el sol náufrago del ocaso,
tu mirada dibujando circunferencias
en la noche que empezaba a rodar calle abajo…
(Juan Cuevas del libro Poetas en Bicicleta. Editado por Editorial Nuño de Sevilla y los autores han sido seleccionados por Francisco Vélez Nieto y Fran Nuño)
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