Demandada durante años por los vecinos de la comarca, la Vía Verde tiene una longitud de aproximadamente 8,5 kilómetros. Las labores de construcción se han desarrollado en dos fases: Epele-Zubillaga y Zubillaga-Oñati. Tiene una anchura de 3,50 metros en su mayor parte y cuenta con dos carriles, uno para uso de bicicletas (2 metros) y otro para peatones (1,5 metros).
Uno de los objetivos de la Diputación Foral en la construcción de esta vía verde es impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte para ir a trabajar. Pues son numerosas las fábricas que se encuentran en su recorrido, por lo que está infraestructura es ideal para dejar aparcado el automóvil y desplazarse a trabajar en bici.
En cuanto a la iluminación, en donde no se dispone de alumbrado público se han instalado luminarias tipo LED, con puntos de luz instalados cada 35 metros a la intemperie, y cada 12 metros dentro de los túneles. Esta iluminación se activará mediante sensores de movimiento para ajustar el consumo a las necesidades reales.
Inauguración de la Vía Verde
La Diputación Foral de Guipúzcoa, en colaboración con la asociación ciclista Txirrinka, organizó una marcha ciclista para inaugurar la nueva Vía Verde. Participaron alrededor de 70 ciclistas que se dieron cita en la plaza de Oñati y finalizaron su recorrido en la localidad de San Prudencia. Después de la marcha disfrutaron de música, juegos y, cómo no, de un rico almuerzo. A los asistentes se les regaló timbres para las bicicletas y también pudieron probar algunas bicicletas eléctricas.
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